jueves, 8 de noviembre de 2007

Memorial a las víctimas del Terrorismo de Estado en la Argentina



FLORES

Muchas personas estaban esperando con ansiedad para pasar las vallas que los separaban de los muros de granito con las listas de los desaparecidos. Apenas terminó de hablar Néstor Kirchner rebasaron la seguridad y se pusieron a buscar los nombres de sus familiares o seres queridos, desaparecidos hace treinta años. Algunos llevaban flores. Una de las primeras fue una mujer canosa que lloró más de una hora frente a uno de los muros. Había puesto una flor en los intersticios. “Es mi hermana –explicó en tiempo presente–, y por primera vez tengo un lugar para venir a recordarla.”


LA VISITA DE SARAMAGO

Pocos minutos antes de que comenzara el acto oficial de inauguración del Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, recibió la visita del Premio Nobel de Literatura José Saramago. El escritor se acercó a conocer el Parque de la Memoria, acompañado por su esposa, Pilar del Río, y por el ministro de Educación, Daniel Filmus. Saramago recorrió en silla de ruedas el parque y se detuvo ante el imponente muro de nombres. Sus ojos se posaron especialmente en el nombre de Marcelo Ariel Gelman, hijo del poeta Juan Gelman. “La humanidad no puede olvidar estos crímenes”, le dijo Saramago a Filmus, con quien conversaron durante su breve visita sobre la necesidad de que exista justicia para los crímenes de lesa humanidad. Filmus acompañó al escritor hasta el auto que lo aguardó en el acceso al Parque y antes de la despedida, la esposa del escritor comentó, a modo de conclusión de la visita: “El monumento es maravilloso, era la catarsis que necesitaban”.